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El teatro monumental de París más antiguo (construido en 1782) alberga diversas maravillas arquitectónicas. Con una programación clásica y moderna, ha puesto en escena a los autores más importantes, como Barrault, Serreau o Lavaudant.
Fue construido sobre el antiguo emplazamiento del palacio de Condé por los arquitectos Charles de Wailly y Marie-Joseph Peyre. El teatro del Odéon, junto con la sala «les Ateliers Berthier» situada en el distrito XVII, forma parte del teatro de Europa. Desde 1971, el teatro Odéon es uno de los seis teatros nacionales, junto con el de la Comédie-Française, los de la Colline, Chaillot, Strasbourg y el de la Ópera Cómica. Está situado a 15 minutos a pie del l’Hôtel des Saints Pères.
El exterior del edificio, de estilo neoclásico, se inspira en los monumentos de la Antigüedad griega, con sus formas cúbicas, sus columnas y sus arcadas. Se trata de un teatro «italiano» con una sala semiovalada. Desde 1947, el teatro forma parte de los monumentos históricos. El teatro del Odéon presenta obras de autores clásicos y contemporáneos como Serreau, Gémier, Barrault, Giorgio, Strehler o Georges Lavaudan. La institución es conocida por ser una sabia mezcla de clasicismo y modernidad, y de ahí proviene su éxito.
El teatro posee un vestíbulo que se abre a dos majestuosas escaleras de piedra. En la parte superior, el Gran Foyer presenta esculturas de Racine y Corneille y cuadros en consonancia con el espíritu del lugar.
La sala de espectáculos, por su parte, es la primera sala parisina que dispuso de bancos para que los espectadores pudieran sentarse. Las butacas rojas revelan la antigua pertenencia del teatro a la Comédie Française. El techo de la sala es extraordinario. Es obra de André Masson, y gira en torno al tema de Apolo-Sol. Aquí también se encuentran las figuras de Esquilo, Aristófanes, Shakespeare, Kleist y Claudel, que simbolizan la comedia y la tragedia. En la decoración también se pueden ver las tres actitudes de la vida: el júbilo, el dolor y la meditación.
Por último, el salón Roger Blin, transformado en 1967 por Jean-Louis Barrault en miniteatro, es actualmente un espacio de lecturas, ya que alberga la librería del teatro y un lugar de encuentros. Su nombre alude a este escenógrafo, que trabajó sobre todo en el teatro de Europa.